Era adelanto, no coima.

Por: Alfredo Colque Machicado.

Lamentablemente en Bolivia la corrupción no deja factura, si eso es cierto, pero deja nuevos ricos, políticos socialistas que de la noche a la mañana salen de la pobreza gracias a las jugosas coimas y grandes sobornos que reciben cuando son servidores públicos y a eso se llama enriquecimiento ilícito, que a propósito estos políticos corruptos lo exhiben y no disimulan para nada, esa ostentación queridos amigos debería ser la prueba suficiente para que el Ministerio Público presente imputación formal y acusación en contra de los implicados en esos hechos de corrupción pública.

Pero eso jamás sucede, al contrario hay jueces y fiscales que son la vergüenza de la justicia en Bolivia ya que son cómplices de la corrupción y no solo porque no hacen nada para castigar a estos delincuentes de cuello blanco, teniendo las pruebas suficientes para imputarlos, acusarlos y pedir incluso su encarcelamiento, sino que además salen en defensa de los implicados, habiéndoles incluso encontrado con las manos en las masas.

Es por eso que en Bolivia es más fássil que vaya a la cárcel un ladrón de gallinas que roba por hambre, que un político corrupto que roba millones por costumbre.

Todo por culpa de nuestra administración de justicia que esta corrompida hasta sus raíces y si no me creen vean el último caso de corrupción de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) donde estaban involucrados varios funcionarios de alto nivel y digo estaban porque gracias a la Fiscalía Especializada en favorecer Delitos de Corrupción de Chuquisaca fueron liberados de toda culpa, bajo el argumento de que los 9 millones de bolivianos que estos funcionarios corruptos recibieron de la Empresa China en un hotel de la ciudad de Sucre a cambio de favorecerse la adjudicación de la carretera doble vía Sucre – Yamparáez, no era coima sino un adelanto.

Que tal eso, ahora este nefasto antecedente (que en derecho se llama jurisprudencia) podrá ser utilizado por todos aquellos políticos corruptos para que sigan robando con mucha más libertad que antes, ya que tienen de su lado no solo la protección de administradores corruptos de la justicia boliviana, sino además de todo el poder político que es quien en realidad controla y maneja todos los poderes del Estado.   

Es una pena pero así de mal esta nuestra justicia en Bolivia, completamente podrida e infestada, pero eso parece que a nadie le interesa, porque lamentablemente hemos naturalizado la corrupción a tal punto que en Bolivia el que roba es un capo y el que no es un tonto, pero no solo esta corrompida la administración pública, o la justicia sino la mayoría de nuestras instituciones públicas y privadas como la policía, el ejército, el sistema universitario, el sistema de salud, las entidades financieras, las dirigencias de organizaciones sociales, cívicas, académicas y empresariales y muchas otras.

Definitivamente estamos mal, tan mal que el cáncer de la corrupción en Bolivia ha crecido sin control, tanto que la única forma de acabar con ella, en el corto plazo es dejar de votar por los mismos de siempre y en largo plazo, es cambiando todo el sistema por una nueva generación de políticos bolivianos, que tengan como premisa principal la lucha contra la corrupción y eso se logra únicamente trabajando en una educación con valores que nos permita tener ciudadanos honestos que no socapen la corrupción como nos quieren hacer creer los masistas, con mentiras como, era adelanto, no coima.