Asamblea Legislativa Departamental, para atrás como el cangrejo

Por. Alfredo Colque Machicado*

La Asamblea Legislativa Departamental de Tarija, supuestamente ejerce el mandato constitucional conferido por el pueblo, legislando con calidad técnica y relevancia social, fiscalizando con probidad, transparencia y efectividad, para contribuir al desarrollo integral del departamento autónomo de Tarija. Lamentablemente nada de esto sucede, ya que después de 10 años que bajo el pretexto de la Autonomía se instalara la misma y se eligieran a estos calienta asientos, vemos que ha sido el peor error que podíamos haber cometido en nombre de la Autonomía Departamental, ya que además de que no contribuyen para nada al desarrollo de Tarija, tanto la asamblea como institución pública, peor aún los asambleístas, se han convertido en una carga política pero sobre todo económica para nuestro departamento.

Después de seis años de funcionamiento y haber despilfarrado anualmente en promedio 31 millones de bolivianos (MM Bs), 2.5 millones de bolivianos por mes en jugosos sueldos para Asambleístas titulares y suplentes, asesores, asesores de los asesores y personal administrativo supernumerario (210 funcionarios), se aprobaron 145 leyes, de las cuales el 90% de ellas no son sustantivas, es decir que no son importantes y solo el 10% de estas leyes aprobadas y que son importantes, están lamentablemente sin aplicarse por falta de reglamento que le compete al ejecutivo departamental, o simplemente por desacuerdos políticos. Sin embargo de estas pocas leyes “importantes”, que fueron aprobadas, la mayoría no son estructurales pese al compromiso de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT) que en pleno se comprometió en septiembre de 2015, dar prioridad como parte de su agenda legislativa la aprobación de 13 leyes orgánicas, para aplicar el Estatuto Autonómico Departamental y organizar la gestión pública de la Gobernación, pero se cumplió exactamente un año de ese compromiso mentiroso, de promesas que solo fueron un saludo a la bandera.

Son muchas las observaciones de la población tarijeña en cuanto al resultado de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT), durante estos seis años, sin embargo a decir de los propios asambleístas ellos consideran que su “trabajo” ha servido para viabilizar proyectos importantes, todo lo contrario piensa la población en general, la misma considera que los asambleístas se han dedicado más a la polémica político – partidaria, gastando recursos públicos en sueldos y salarios, viajes improductivos, viáticos, refrigerios, entre otros gastos insulsos para una institución que no está respondiendo a la altura de la imagen con la que fue creada, para trabajar en sintonía con el ejecutivo departamental y lograr el desarrollo de Tarija, es muy triste pero la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija ha perdido el rumbo y es difícil que lo recupere ya que es la institución peor vista.

Lamentablemente la Asamblea se ha convertido en una olla de grillos en donde absolutamente nada ni nadie se entiende, es casi imposible que se pongan de acuerdo en algo que beneficie al Departamento de Tarija, aunque en honor a la verdad no todo es discordia, todos deben recordar la propuesta ciudadana que pretendía disminuir los salarios de los asambleístas, sin embargo estos lo rechazaron, fue en lo único que se pusieron de acuerdo absolutamente todos, opositores y oficialistas, juntos como hermanitos, defendieron la idea de que para ellos la austeridad, ante la crisis no existe, sin embargo pese a la insistencia de la población, muy inteligentemente optaron, por despedir a parte de su personal, como justificación disimulada para disminuir su ampuloso presupuesto y defender sus privilegios.

Son muchas las irregularidades de esta institución, la más vergonzosa pasa por el millonario presupuesto que maneja, no se puede entender como en una región que no supera los 500 mil habitantes se destine un presupuesto de más de 30 millones de bolivianos a una institución que no brinda resultados, mientras que el departamento de La Paz con una población que excede los 2 millones de habitantes tan sólo dispone 11.389.22 millones de bolivianos anuales para el poder legislativo. Otro hecho bochornoso pasa por la cantidad de leyes aprobadas a lo largo de estos seis años, no me refiero a la cantidad, sino a calidad, es decir leyes que beneficien a la población y al desarrollo de nuestro departamento, lamentablemente estas leyes importantes se cuentan con los dedos de nuestras manos, una asamblea que ha realizado sesiones irregulares, postergado sesiones en el pleno sin explicación alguna, asambleístas faltones, calienta asientos, pero que a la hora de cobrar sus sueldos estas todos ahí presentes.

Está por demás decirlo, pero esta institución que camina como el cangrejo y que no aporta al desarrollo de Tarija en absolutamente nada es un estorbo, un cáncer para los intereses de nuestro Departamento, y a los males hay que eliminarlos antes que sigan haciendo daño, no por nada una gran mayoría de la población tarijeña plantea el cierre de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija, tal vez esta propuesta es legalmente imposible y demasiado extrema, sin embargo es hora de darle un nuevo rumbo a esta institución, una reingeniería, que le permita trabajar reduciendo al máximo la cantidad de asambleístas, personal y presupuesto.

Es hora de cambiar el rumbo de esta institución que retrocede como el cangrejo, una institución que durante seis años postergo el desarrollo de Tarija.

 

* Economista Máster en Economía del Gas y Petróleo

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