¿Sistema de Justicia o Consorcio Delictivo?

Por: Alfredo Colque

Ya no es un secreto a voces, sino una triste y vergonzosa realidad que ha transformado a nuestro sistema de justicia en un CONSORCIO DELICTIVO conformado por Abogados, Fiscales y Jueces corruptos que en vez de administrar la justicia honesta y correctamente arreglan todo tipo de casos a cambio de dinero, mucho dinero.

Ojo, no son todos, sino una rosca de abogados que están involucrados en este tipo de consorcios delictivos para lucrar a nombre de la Justicia.

Es cierto nadie quiere ir a la cárcel (inocente o culpable), en consecuencia se tiene que contratar a un buen abogado y por decir bueno no me refiero a los profesionales que estudiaron Ciencias Jurídicas, con esfuerzo, conciencia y que ejercen su profesión con honestidad, me refiero a esos abogados corruptos que conocen muy bien cómo funciona el sistema judicial corrupto, es decir a quienes pertenecen a este tipo de consorcios delictivos.

Consorcios conformados por delincuentes disfrazados de abogados para liberar a otros delincuentes, como sucede en el Derecho penal, donde asesinos, violadores, violadores de menores de edad, traficantes de tierras, de personas, narcotraficantes y sobre todo políticos y empresarios corruptos, arreglan sus casos pagando en dólares a estos delincuentes (policías investigadores, peritos, fiscales, jueces, Tribunales, Cautelares, Salas, Mixtos) para beneficiarse con una resolución de cesación, sobreseimiento, de rechazo o simplemente para que el fiscal se haga el opa en una audiencia. Incluso para obtener la libertad estando sentenciado, o simplemente ser declarados inocentes con libertad irrestricta siendo culpable, como sucede en los casos de el Puente Millonario y las Camaritas.

Así funciona la justicia en Bolivia y sobre todo en Tarija porque la misma está lamentablemente en manos de delincuentes quienes hacen y deshacen a su gusto, otorgando justicia sólo al mejor postor. Es decir a quien tenga dinero para comprar justicia.

Sin embargo, nada de esto es nuevo, el problema es que lo hemos naturalizado tanto que aceptamos lo que está mal y que nos hace muchísimo daño como sociedad. Pero ya está de buen tamaño, es hora de cortar la cabeza de esta serpiente corrupta de la justicia boliviana y tarijeña.

Es un tarea difícil, lo sé, pero no imposible.

Aunque para hacerlo es necesario un cambio profundo de nuestro sistema de justicia, eso incluye una forma rigurosa de selección de los administradores de justicia, pero además una reforma normativa profunda que permita transparencia en los procesos judiciales y evite las “chicanas” que únicamente favorecen a los que pueden comprar y vender la justicia. Estoy consciente que el camino que debemos recorrer para lograr es largo, pero también sé que lo importante es dar el primer paso y lo estamos haciendo, reconociendo que en Bolivia y sobre todo en Tarija viendo como ejemplo estos casos de corrupción política nuestro sistema judicial es un consorcio delincuencial.

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