Mejorar la economía de los hogares tarijeños, esa es la meta.-

Por. Alfredo Colque Machicado*

En los últimos días todos los tarijeños hemos escuchado de nuestra autoridades, a través de los diferentes medios de comunicación radiales, televisivas y escritas, versiones contradictorias en relación a la economía del Departamento de Tarija, por una parte el Gobierno Autónomo de Tarija asegura que nuestro Departamento se encuentra en total iliquidez, en una crisis financiera sin precedentes y que está sumergida en millonarias deudas y como dirían algunas amigas que conozco están al borde de la prostitución, la desesperación es tal que según autoridades departamentales el Gobierno Nacional no quiere al departamento de Tarija, por su parte Autoridades del Gobierno Central aseguran que en Tarija hay plata en abundancia y que muestra de ello para la gestión 2016 según presupuesto aprobado por Ley Financial tiene 2.754 millones de bolivianos, además que los saldos en caja y bancos ascienden a  427,8 millones de bolivianos, haciendo de Tarija la Gobernación del país con mayores recursos acumulados en cuentas fiscales, la afirmación es tal que el propio Ministro de Economía y Finanzas Públicas llamó mentiroso al Gobernador del Departamento de Tarija.

Esta guerra mediática e irresponsable de nuestras autoridades, en los que se muestran diferentes datos estadísticos de la situación económica del departamento de Tarija que se contradicen entre sí, exponen una total falta de respeto hacia la población y el ciudadano tarijeño de a pie. Pues mientras en los otros departamentos de nuestro país, a medida que se incrementa la inversión estatal por parte de sus diferentes niveles de gobierno, en carreteras, aeropuertos, hospitales, teleféricos, etc. en nuestro Departamento por culpa de esta pelea sin sentido lo único que crece es la incertidumbre ya que a medida que el ingreso real de la familia tarijeña sube, esta consume en términos absolutos, más alimentos, aunque en términos relativos, se gasta menos en comprarlos, esto debido a la especulación económica de políticos irresponsables que manejan nuestra economía.

Esta especulación insensata de nuestras autoridades, de una supuesta crisis y abundancia económica está generando una inflación que afecta y afectara a la gran mayoría de las familias tarijeñas, que ya en su mayoría vive por debajo de la línea moderada de la pobreza y otra gran porcentaje se encuentra viviendo en la indigencia o pobreza extrema, sabemos muy bien que las familias con muchos recursos económicos son tan pocas en relación con el resto de la población tarijeña, que a pesar de que su consumo incluye artículos suntuarios y hasta estrafalarios, su gasto no beneficia el circulante en la economía del departamento.

En cambio una familia tarijeña promedio, con tres niños y un ingreso mensual de 2 mil bolivianos, necesita gastar en alimentos el 60% de su ingreso, y le queda el 40% para el pago de lo más necesario, como el alquiler, luz, teléfono, agua, gas, útiles escolares, ropa y calzados, transporte, artículos varios para aseo personal, detergentes, medicinas y demás insumos indispensables para vivir. ¿Cómo puede sobrevivir?. A costa de endeudamiento y comprando más caro en la tienda de la esquina o con micro créditos, las mismas que los endeudan más de lo que ya están, a ellos y a sus generaciones futuras, ya que por cuyos prestamos pagan un interés elevadísimo, lo que le reduce aún más su poder adquisitivo. Ojo la gran mayoría tampoco tiene capacidad para pagar impuestos.

En nuestro Departamento y en realidad en todo nuestro país, las familias promedio que viven en la periferia de las zonas urbanas —que son la mayoría— son las que dinamizan la economía, ya que no solo gastan para sobrevivir el 50% de su energía vital, sino el 100% del ingreso generado por la pareja y los tres o cuatro hijos que tiene cada familia tarijeña, estos ingresos solo alcanzan para comer, por lo que no pueden cubrir el costo de una vivienda digna, ni vestimenta ni los insumos mínimos, pues su consumo lo tienen que hacer en las plazas, mercados y tiendas más económicas, como las de barrio. El tarijeño, el boliviano promedio solo trabaja para comer, para recuperar la energía gastada y poder continuar trabajando al día siguiente.

En contraposición a esta cruel realidad, nuestras autoridades en vez de enfrentar esta problemática y buscar soluciones a la pobreza como la generación de empleos dignos, con mejores salarios que reduzca la desigualdad económica y se mejore las condiciones de vida de la gran mayoría, se la pasan peleando a diario, desperdiciando su energía solo por el mero hecho de querer tener la razón, como si ese fuese el objetivo de los importantes cargos que ostentan, cuando su prioridad, su meta es y debería ser mejorar la economía de los hogares tarijeños.

Por tanto nuestras autoridades deben cambiar de actitud y terminar con esas absurdas peleas, trabajando por el bien del ciudadano, apoyando, reconociendo y valorando la contribución de la gran mayoría de las familias tarijeñas y bolivianas que a pesar de sus miserables salarios dinamizan y fortalecen nuestra economía.

 

* Economista Máster en Economía del Gas y Petróleo

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