Detrás de los muros, hay otras realidades que no se quieren ver.

Por. Alfredo Colque Machicado*

Todos, pero absolutamente todos aquellos que hemos seguido de una u otra manera las elecciones presidenciales de EEUU, escuchamos las propuestas del ahora Presidente del país más poderoso del mundo Donald Trump, que en su campaña prometió y recientemente ratificó crear un «gran muro» en la frontera entre los dos países (EEUU y México). Sin embargo esto es algo que no debería sorprendernos, ya que este tipo de muros, son prácticamente comunes alrededor de todo el mundo, incluso en el país gringo donde ya existe un muro para controlar la entrada de indocumentados, esta se extiende por aproximadamente un tercio de la frontera, aunque en realidad es un mosaico de vallas de acero y concreto, al que se suman cámaras infrarrojas, sensores, aviones, dirigibles, vehículos y otros mecanismos, como cazadores de indocumentados, que asesinan inmigrantes a vista y paciencia de todos, en todo caso lo que ahora haría el Presidente Trump sería simplemente completar un muro que ya es una realidad.

En el mundo existen todo tipo de muros, están por ejemplo los fronterizos que diferentes Gobiernos han impuesto para frenar el movimiento de personas por razones políticas, religiosas o migratorias, entre los más renombrados están, 1.- el Muro de Berlín, se trata probablemente del muro de la vergüenza más famoso del mundo. 2.- Turquía – Siria, para intentar disminuir el riesgo de ataques del Estado Islámico. 3.- Cueta – Melilla, para evitar la entrada masiva de inmigrantes africanos a España. 4.- Cisjordania, la barrera que divide el territorio entre Israel y Cisjordania. 5.- Irlanda del Norte, las llamadas «99 líneas» o muros de paz de la capital Belfast, para evitar la violencia entre católicos y protestantes. 6.- Corea del Norte – Corea del Sur, la Zona Desmilitarizada de las dos Coreas (ZDC) es una franja de territorio de cuatro kilómetros de ancho por unos 250 kilómetros de largo. 7.- Arabia Saudita – Irak 900 km entre Arabia Saudita y su vecino del norte, Irak, para proteger al reino de grupos terroristas. 8.- Sahara Occidental, con más de 2.700 km de longitud, es considerado el segundo muro más largo del mundo después de la Muralla China. 9.- Chipre, «tierra de nadie» alambrada que se extiende por  180km. 10.- India-Pakistán, ambas son potencias nucleares, es una de las más inestables del planeta. 11.- Kuwait-Irak, de 190 kilómetros de longitud y se compone de una cerca electrificada, alambre de púa y muros de arena. 12.-Uzbekistán, 1500 kilómetros de alambres de púas, minas y cercas electrificadas, para evitar el ingreso de insurgentes.

También están los muros de la segregación, es decir los muros que diferentes gobiernos han impuesto para separar a ricos de pobres, por razones sociales, económicas, territoriales y también raciales, aquí algunos ejemplos, 1.- Muro de la segregación en Eslovaquia para apartar de la sociedad a la comunidad romaní. 2.- Muros para contener las favelas de Río de Janeiro – Brasil. 3.- El gran muro de Adamiya en Bagdad, con el objetivo de separar a las comunidades chiíta y sunita. 4.- Argentina y el muro de buenos aires, para separar una zona residencial de lujo de otra más humilde, bajo el argumento de combatir la inseguridad. 5.- Perú y el muro de la vergüenza latinoamericana, que se construyó para que los de arriba no se mezclen con los de abajo. 6.- En México D.F, el área de Santa Fé, en Cuajimalpa, se convirtió desde hace tiempo en una de las zonas más exclusivas, y a la vez, en un insólito mirador para comprender la abismal diferencia entre ricos y pobres

En su obra maestra «Las venas abiertas de América Latina», publicada en 1971, el escritor Eduardo Galeano ya daba la alarma y denunciaba el espectáculo insoportable de la miseria y de las desigualdades que asolan el continente. Más de cuarenta y cinco años han transcurrido y aunque se han registrado pocos avances en cuanto a la disminución de la pobreza, de la erradicación del analfabetismo o de lucha contra la hambruna, América Latina todavía tiene grandes dificultades en curar todas sus llagas, pues tras haber sido un laboratorio de las políticas neoliberales que hicieron crecer el número de pobres de 136 millones en 1980 a 225 millones a principios de los años 2000, el subcontinente americano conoció, durante el último decenio, éxitos sociales sin precedentes. Por ejemplo Bolivia, fue declarada por la UNESCO «territorio libre de analfabetismo», pero aún le falta mucho por que trabajar. Esas políticas sociales pudieron aplicarse en particular gracias al boom de los precios de las materias primas de las que dependen esencialmente las economías latinoamericanas.

Como podemos ver lo de Trump no era nada nuevo, ni sorprendente más aún en un mundo como el nuestro donde los muros de separación y segregación, no necesariamente se construyen con concreto, cercas electrificadas, alambres de púa, minas antipersonales u otros, sino lamentablemente por muros de odio que se construyen por intolerancia política, religiosa, económica, racial y social, muros que son más difíciles de derribar que aquellos que construimos con cemento, porque detrás de los muros hay otras realidades, que no se quieren ver.

* Economista Máster en Economía del Gas y Petróleo

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