En los zapatos de una mujer

Por. Alfredo Colque Machicado

A lo largo de la historia de la humanidad la mujer fue relegada injustamente a estar siempre detrás del hombre, sin embargo y a pesar de esto el sexo débil como mal se las conoce a jugado el rol más importante en el desarrollo de las sociedades y la evolución misma del hombre.

Tanto así, que les debemos a ellas no solamente la vida sino nuestro desarrollo y si bien como sociedad no pudimos acelerar más en nuestra evolución fue por culpa del hombre que menospreció a la mujer, por el temor a ser ridiculizados ante su superioridad, es decir que si no hubiese sido por las mujeres ya hace tiempo la humanidad se habría extinguido.

Y si bien los libros de historia registran al hombre como precursor y artífice del desarrollo y evolución de la humanidad, esto no quiere decir que la mujer no haya tenido alguna o ninguna participación en la misma como se nos quiere hacer creer, más al contrario ha sido la mujer quien ha dirigido y moldado el destino de la humanidad en todas sus etapas y en todas las épocas, lo que sucede es que la historia no reconoce esto porque los registros fueron hechos por los hombres que por inseguridad y egoísmo dejaron en el anonimato o en segundo plano la participación de las mujeres.

Pero ya es difícil seguir ocultando la superioridad de las mujeres y para demostrar esto no necesitamos comparar sus logros en relación a los del hombre, simplemente debemos contemplarlas en el diario vivir para reconocer que son lo mejor de la creación de Dios.

O que alguien me diga si el hombre considerado más inteligente del mundo puede ser capaz de crear vida, la respuesta es NO, al contrario, debemos darles las gracias a las mujeres por su amor incondicional al habernos dado la vida después de llevarnos en su vientre durante nueve meses.

O si el hombre más fuerte del mundo es capaz de cargar solo por un momento las responsabilidades que a diario una mujer lleva en sus hombros, la respuesta es NO, al contrario, debemos admirarlas porque solas y a diario recorren de un lugar a otro cargando en la espalda a un recién nacido, a otro hijo en una mano y en la otra una o varias bolsas.

La superioridad de las mujeres es tal que mientras los hombres nos quejamos de agotamiento por haber realizado una sola labor durante 8 horas, ellas trabajan las 24 horas a diario durante 365 días al año, aun así los hombres nos creemos superiores por haber alcanzado una profesión cuando las mujeres dominan y realizan todas al mismo tiempo, o que alguien me desmienta si afirmo que ese ser generoso, valiente, capaz y divino a quien llamamos MAMÁ no ha hecho para nosotros de amiga, enfermera, niñera, consejera, detector de mentiras, guardaespaldas, artista, maestra, sicopedagógica, policía, cocinera, nutricionista, gerente, entrenadora, taxista, vidente, GPS, reloj despertador, cajero automático, secretaria, jardinera, peluquera y lo que quieras imaginar porque todas las profesiones del mundo están resumidas en una sola ¡MAMÁ!.

Por eso creo que no es posible para ningún hombre ponerse en los zapatos de una mujer, no porque sea difícil, sino porque simplemente es imposible.

Feliz día MAMÁ.

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