ENATEX y el fracaso de las empresas del Gobierno

Por. Alfredo Colque Machicado*

Como sabemos el actual Gobierno decidió crear empresas públicas y “estratégicas” para industrializar recursos naturales, apoyar a la producción, atender servicios e incursionar en la producción, pero más allá de las buenas intenciones del Gobierno para intentar hacer de Bolivia un Estado Empresario, desde un principio se abrió el debate respecto a la sostenibilidad de dichas empresas, con el objeto de que las mismas satisfagan las necesidades del mercado, generen ganancias y hagan innovaciones. Lamentablemente sucedió todo lo contrario con la Empresa Pública Nacional Estratégica de Textiles (ENATEX), que comenzó como un proyecto ambicioso, pero la falta de mercados, el cambio en el modelo de negocio, la baja competitividad, la compra improvisada de una empresa quebrada (AMETEX), la generación de competencia desleal en el mercado interno, el contrabando, pero sobre todo una gestión política en lugar de técnica, con empleados y no emprendedores, que toman decisiones políticas y no empresariales asumidas demagógicamente, son algunos de los factores que provocaron que ENATEX termine como un emprendimiento estatal fallido.

Lo sucedido con ENATEX podría ser un caso aislado, o ser la antesala de una caída sucesiva de las demás empresas estatales creadas por el Gobierno, sino se toman los recaudos necesarios para hacerlas sostenibles, pues como ya es de conocimiento se crearon más de 60 empresas, ocho que se dedican a diferentes rubros, como la producción de papel, cartón, cemento, derivados de lácteos, almendras y azúcar; además de apoyar la producción agroalimentaria (arroz, aceite y otros) y la compra de insumos y equipos de trabajo, que están bajo la tuición del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, a éstas se suman otras, que bajo el rótulo de empresas públicas nacionales estratégicas, también reciben importantes (millonarios) recursos estatales, entre ellas están la Corporación de las Fuerzas Armadas para el Desarrollo Nacional (Cofadena), la Empresa Naviera Boliviana, un complejo agroindustrial y depósitos aduaneros, que dependen del Ministerio de Defensa, entro muchos otros.

Todas estas reciben importantes recursos para su funcionamiento, según datos del Centro de Estudios para el Desarrollo de Laboral y Agrario (Cedla) El Banco Central de Bolivia (BCB) otorgó desde la gestión 2010 hasta fines de diciembre de 2015 20.884 millones de bolivianos a empresas estatales «estratégicas» como YPFB, ENDE, EBIH, COMIBOL y Empresa Azucarera de San Buenaventura (Easba) entre otras, como Lacteosbol, EBO, EBOCOCA, EBA, Cartonbol, Papelbol, ProMiel (apícola), Ecebol (de producción de cemento) y la EEPAF (de abono y fertilizante) y muchas otras MAS.

En esta parte es necesario hacer una puntualización para entender mejor a las empresas públicas y privadas, personalmente creo que entre ambas no existe ninguna diferencia, todo pasa por la administración, pues ambas pueden ser efectivas y generar ganancia o también no. Si bien la mayoría de las empresas públicas han pecado de ser ineficientes, por ser nido y botín de políticos para meter a sus militantes, en el caso de las empresas privadas muchos de ellos generan ganancias muchas veces a costa de la explotación y abuso de sus trabajadores.

Una solución para que las empresas públicas no quiebren o fracasen, es que en la designación tanto de los que administraran esas empresas como la designación de sus trabajadores este separada pero de raíz de intereses político partidarios y no es cierto  que en nuestro país hacen falta profesionales especializados en administrar empresas públicas bajo criterios de eficiencia y responsabilidad social, como quiere hacer creer el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, porque hay profesionales que tenemos la capacidad de aportar al desarrollo nacional, pero que no somos tomados en cuenta por no cumplir ciertos requisitos políticos y no técnico profesionales como debería ser.

Lamentablemente esta sugerencia, ni siquiera será considerada por el Gobierno Nacional, por eso y por culpa de la mala administración de las empresas estatales que todavía quedan, donde los gastos son mayores a sus ingresos, el común denominador del Estado Empresario será reflejada en pérdidas millonarias y un gran daño económico al Estado por el irreparable cierre de estas empresas estatales que hasta el momento no han dado el resultado esperado, resultado ser sólo una carga económica y social para el Gobierno y el país, como ha sucedido con la Empresa de Construcciones del Ejército (ECE), la Empresa Naviera Boliviana (Enabol), la Empresa Nacional Automotriz (Enauto) y ahora con la Empresa Pública Nacional Estratégica de Textiles (Enatex), que son ejemplo del fracaso de las empresas del Gobierno.

 

* Economista Máster en Economía del Gas y Petróleo

Sigue sus artículos en www.eleconomistasite.wordpress.com

 

12 comentarios sobre “ENATEX y el fracaso de las empresas del Gobierno

  1. historicamente en Bolivia el estado fue un mal administrador de empresas peor en este gobierno YPFB no puede Ser un ejemplo xq no produce nada solo se Encarga a vender los hidrocarburos a ya esta producido x la mano de Dios so eso se acaba YPFB se cierra

    Le gusta a 1 persona

  2. Quien estaba a cargo de la empresa textilera era Manuel Morales Olivera, casualmente hermano de la ministra Teresa Morales, un claro ejemplo de trafico de influencias, Morales Olivera había ocupado cargos directivos sin tener ningun conocimiento y experiencia en YPFB, ese es el principal problema de las empresas publicas que como tu dices estan regentados por personas puestas segun afinidad político partidaria.

    Le gusta a 1 persona

  3. 200 millones de bolivianos tirados al coete, el Gobierno de Evo Morales hizo una mala inversión, ahora toda esa gente en las calles, la COB no debe retroceder en esta lucha en contra de este Gobierno que se disfrazo de socialista, pero con esas medidas demuestra ser mas imperialista que los mismos yanquis.

    Le gusta a 1 persona

  4. Aqui les paso más datos, respecto a Enatex que fue creada por el Gobierno en junio de 2012 para salvaguardar la industria textil en Bolivia que, por las millonarias deudas de la Empresa América Textil (Ametex) con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y acreedores particulares, estaba amenazada.

    Ametex, que pertenecía al empresario Marcos Iberkleid, ingresó en liquidación voluntaria y determinó el arrendamiento con opción a compra de sus plantas.

    Enatex fue creada mediante el Decreto Supremo 1253 con un patrimonio de 53,6 millones de bolivianos (7,7 millones de dólares) provenientes de un fondo de fideicomiso que fue constituido para pagar los aranceles de exportación de firmas privadas.

    En diciembre de ese año, la entonces ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, aseguró que la producción de las planta de Enatex rendía al 100% y que los mismos eran exportados. No obstante, en 2012 y 2013 la estatal registró pérdidas por 13,8 millones de bolivianos y de 61 millones de bolivianos, respectivamente, según datos oficiales. No se conocen cifras de 2014 y 2015.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario