INDUSTRIALIZACION, ROCA SÓLIDA DEL DESARROLLO

Por. Alfredo Colque Machicado*

Para nadie es desconocido que la buena coyuntura económica en la que se encontraba y se encuentra nuestro Departamento se debe fundamentalmente a la explotación de los Hidrocarburos, que permite a Tarija y Bolivia obtener importantes ingresos, generados por este sector primario de nuestra economía, es decir por la explotación y exportación de nuestro principal recurso natural no renovable, sin embargo esto no ha sido, ni es suficiente; ya que no podemos eternizarnos como mono exportadores de gas natural, solo como materia prima, pues este recurso sin valor añadido, aunque tenga auge no resulta suficiente para dinamizar el mercado interno y cambiar la dinámica cuasi-recesiva del consumo de los hogares tarijeños, necesitamos de un modelo que transforme el patrón de desarrollo económico, capaz de generar empleo e ingresos a corto, mediano y largo plazo. Este modelo, es sin duda alguna la Industrialización de los Hidrocarburos que ante la esperanza y posibilidad económica de iniciar un proceso de transformación de mediano y largo plazo históricamente esperado por el pueblo tarijeño, nace para pasar de una economía rentista a una economía que genere empleo desde la base de la pirámide productiva.

Muchos bolivianos y especialmente los tarijeños hemos depositamos nuestros anhelos en un cambio, pero un cambio de transformaciones que nos permitan, aprovechando los beneficios del Gas, utilizar el ahorro interno generado por este sector, para ampliar y diversificar nuestra economía, para esto considero que un reto importante será lograr transformar la economía rentista del gas a una economía de base ancha, es decir construir una economía distinta, más equitativa, más solidaria y más productiva; pero para poder cumplir con este objetivo necesitaremos alcanzar algunas metas, entre las cuales puedo sugerir: a) La exportación de productos con valor agregado, obtenidos de la transformación de todas nuestras materias primas, a través de una masiva articulación con el mercado interno, introduciendo como proveedores de insumos y servicios a sectores que forman parte de la economía rural agrícola y la economía urbana popular, y así construir una economía de servicios en torno a las principales actividades del Gas. b) Apoyo, incentivo y fortalecimiento al mercado de la industria manufacturera vinculada a todos nuestros recursos naturales; por último. c) La promoción de la industrialización del Gas Natural, del Departamento de Tarija en sociedad con el Gobierno Central. Para todo esto debemos garantizar mínimas condiciones de seguridad jurídica, política y social, que lleven a la inversión privada a lograr una cierta capacidad de arrastre del mercado interno y la interacción de sectores productivos (hidrocarburos, industrias pesadas, sector público, comercio, transporte y comunicaciones, agricultura, industria manufacturera y servicios transables).

Lograr en nuestro Departamento una economía diversa y articulada, con capacidad de generar empleo permanente e ingresos seguros para el grueso de la población, depende de un proceso sostenido de inserción externa que asocie un elevado grado de diversificación (apertura de nuevos mercados y aprovechamiento de los existentes) con un elevado grado de articulación interna (expansión de la oferta articulando micro, pequeños y grandes productores en rubros competitivos dentro y fuera de nuestro departamento). Asociados necesariamente pero no únicamente a la principal actividad económica del Departamento (hidrocarburos).

Por tanto considero de vital importancia aprovechar con énfasis la coyuntura externa por la que hoy atravesamos con la explotación del Gas Natural, para incrementar las exportaciones con valor agregado y crecer generando ingresos para la base de la pirámide, la base productiva, la base del desarrollo, esa base que nos permita desarrollarnos económica y socialmente, transformando para tal efecto aquella economía de corte capitalista, que si bien asegura una renta en el presente, condena a pena de muerte a nuestro desarrollo y asegura en el infortunio lamentablemente a las futuras generaciones.

Todo esto es posible no solo con buena voluntad, sino a demás y sobre todo con compromiso, responsabilidad que debemos asumir y practicar todos, autoridades, dirigentes cívicos y de organizaciones sociales, líderes políticos, jóvenes y adultos mayores, hombres y mujeres, del campo y la ciudad, de las provincias y la capital, todos y cada uno de los que habitamos esta bendita tierra, este pedazo del paraíso.

Porque al igual que muchos hombres en el pasado, hoy también, yo tengo un sueño, una quimera en la que las mieles de nuestros panales ya no nos dividan más, sino al contrario nos unan, para que juntos cosechemos en un nuevo amanecer los frutos del árbol de la esperanza dando fin a una larga noche de miseria tristemente desgarrada por las cadenas del subdesarrollo, por que ha llegado el tiempo de salir del oscuro y desolado valle de la postergación, hacia el camino soleado del progreso, por que ha llegado el momento de sacar a nuestro Departamento de las arenas movedizas del retraso y la pobreza, hacia la roca sólida del desarrollo.

 

* Economista Máster en Economía del Gas y Petróleo

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