Niños de la calle, un problema no una amenaza

Por. Alfredo Colque Machicado*

Según declaraciones de la responsable de la Secretaría de la Mujer del Gobierno Municipal de Tarija, a través de los diferentes medios de comunicación, “los niños de la calle representan no solamente un problema a nuestra sociedad, sino una amenaza a la seguridad ciudadana”, declaración irresponsable que pareciera intenta justificar el asesinato de una persona en los pasados días, en manos de menores de edad (niños) que vivían debajo del Puente Bicentenario, evidentemente niños en situación de calle, es decir niños abandonados no solamente por sus familias, sino lo que es peor por una sociedad que a través de sus autoridades no ha hecho nada para resolver esta problemática que tiene raíces profundas sobre su origen.

Niños que son el resultado de una sociedad egoísta, de familias destruidas por la pobreza, alcoholismo y drogadicción, de padres irresponsables, de autoridades injustas, niños en situación de calle, que en ningún momento escogieron vivir así, por tanto de ninguna manera se los puede tildar de amenaza para nadie, niños que no escogieron cambiar los juguetes por el trabajo, sus sonrisas por lágrimas, su seguridad por el maltrato, sus sueños por una triste realidad que les obliga a vivir a diario en condiciones inhumanas, obligados a valerse por ellos mismos, niños que sufren los efectos de la pobreza, el hambre, la disolución de sus familias y el desinterés de las autoridades.

En una sociedad totalmente desigual como la nuestra, trabajar es normal para miles de niños del campo y la ciudad, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del Censo 2012, sobre la población económicamente activa, son más de 8 mil niños de edades entre 10 a 18 años que trabajan en Tarija, la mayoría para ayudar, e incluso mantener a sus familias, sin embargo existen niños de 5 a 10 años que también realizan trabajos y que no están considerados en los datos del Censo, por tanto si actualizamos esta información en base a información real, sobre los niños trabajadores y en situación de calle en Tarija, estaremos frente a una realidad altamente preocupante y que se aleja de las estadísticas utilizadas por las instituciones públicas encargadas de esta problemática, que según dicen “en Tarija solo hay 47 niños en situación de calle”, que alejados de la realidad están.

Los niños de la calle con frecuencia son vistos como marginales, haciéndolos víctimas de discriminación y maltrato por una sociedad que los estigmatiza, es más común ver a alguna persona mayor ayudar con una moneda o algo más a un greñudo y mariguanero extranjero, que a un niño de la calle que hace las mismas piruetas, esto sucede muchas veces porque a los niños trabajadores y en situación de calle se les asocia con los peligros de una sociedad en la que ellos en realidad son las víctimas de explotación, negligencia, violencia y crimen. También son víctimas de estigmas, prejuicios y esquemas de criminalización por parte de algunas autoridades que los consideran una amenaza debido a su condición de vida en la calle que los define equivocadamente como delincuentes o bien como sujetos de caridad.

Pero que hacer para ayudar a nuestros niños trabajadores y en situación de calle?, que corren el grave peligro de caer en actividades que constituyen a veces los únicos medios de supervivencia para ellos y una forma de enriquecimiento para otros como la prostitución, el consumo de drogas y alcohol, la trata y tráfico, la explotación laboral, la esclavitud y varias otras formas de conducta criminal. El primer paso que debemos dar como sociedad es reconocer que la problemática concierne a todos. Cada niño trabajador o en situación de calle es el síntoma de que algo anda mal en la base de nuestra sociedad; taparse los ojos ante esto, o peor verlos como una amenaza y no como víctimas no soluciona nada. Los niños, el eslabón más débil de la cadena, son la esperanza de un futuro distinto; también los de la calle.

Pero porque hay niños trabajadores y en situación de calle?. Por experiencia propia y por la investigación que realice para escribir esta columna debo decir que en Tarija «La pobreza y la violencia doméstica son las principales causas por la que niños y adolescentes abandonan sus hogares y se van a trabajar y/o vivir en las calles», además de acuerdo a la encuesta que recientemente realice a 1.000 Niños y Adolescentes trabajadores y en situación de calle, se revela que el 39% de ellos había sufrido malos tratos o presenciado peleas en casa. «Estos niños salen a la calle con la falsa impresión de que allí encontraran la dignidad que buscan», además esta encuesta señala que, un 34% de estos niños se fue a la calle para realizar trabajos ocasionales o mendigar, con el objeto de ayudar a sus familias como única respuesta a su pobreza; un 10% por causa del alcoholismo y las drogas como la clefa y un 14% afirmo haberlo hecho sencillamente porque quería. Según puedo darme cuenta, esta última alegación oculta otras razones, tales como haber sido víctima de abusos psicológicos, físicos, laborales y hasta sexuales en sus propios hogares.

Un dato alarmante de esta encuesta, señala que alrededor del 71% de los encuestados que trabajan y viven con otros niños de la calle, han creado «su propia jerarquía familiar, tratando a otros jóvenes y adultos como hermanos, tíos, padres o madres»

Por tanto estigmatizara a los niños trabajadores y en situación de la calle, no servirá para contribuir a algo nuevo. La continuada marginación económica y social de los más pobres está privando a un número creciente de niños y niñas tarijeños del tipo de infancia que les permitiría convertirse en parte de las soluciones de mañana en vez de pasar a engrosar los problemas. Nuestras autoridades no resolverán sus principales problemas mientras no aprendan a mejorar la protección e inversión en el desarrollo físico, mental y emocional de las nuevas generaciones, porque los niños de la calle, son un problema no una amenaza.

 

* Economista Máster en Economía del Gas y Petróleo

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