Decreto de privatización, digo de reactivación

Por. Alfredo Colque Machicado*

En el marco del proceso de reactivación económica encarado por el Decreto Departamental 017/2016, el Gobierno Departamental propone entre otros temas privatizar, digo reactivar las empresas públicas como SETAR y EMTAGAS, con el propósito de incrementar los recursos financieros para ampliar supuestamente la cobertura de esos servicios públicos con capitales privados y capital social en forma de subrogaciones de carácter temporal, hasta la recuperación del capital invertido, como la mejor “única” solución para el logro de una mayor rentabilidad de los servicios de luz y gas, dando a entender con esto que no se tiene la capacidad para administrar estas instituciones, que hay que reconocerlo siempre fueron altamente ineficientes, botín político y nidos de corrupción de los diferentes gobiernos departamentales de turno, lamentablemente desde que se crearon.

Pero al escuchar la palabra “privatización” vienen, rápidamente a nuestras mentes la mala experiencia de lo que fue la capitalización, una estrategia de Gonzalo Sánchez de Lozada, alias el Goni, para atraer a grandes consorcios económicos mundiales, para que supuestamente hagan millonarias inversiones, pero lo que vimos al final fue la venta a precios de gallina muerta y saqueo de nuestras empresas estratégicas, pero también vienen a nuestras mentes masivas marchas de protestas, gases lacrimógenos y violencia, como consecuencia del rechazo a este tipo de medidas económicas antipopulares.

Este Decreto Departamental tiene elementos positivos, sin embargo pretende desconocer la CPE (artículo 298 y 302), porque instruye en su Artículo N° 34 “establecer un régimen de ampliación de los servicios públicos de agua potable, energía eléctrica, gas domiciliario, caminos, riego y transporte departamental, con el propósito de incrementar los recursos financieros para ampliar la cobertura de esos servicios públicos con capitales privados en forma de subrogaciones, es decir a través de la delegación o reemplazo de competencias hacia otros; es un tipo de sucesión, donde la Gobernación del Departamental sustituirá (entregará) a privados su obligación constitucional, supuestamente de manera temporal, hasta la recuperación del capital invertido por el o los privados, el mismo argumento que se utilizó en la época en que se vendieron (regalaron) el Hotel Prefectural, la Fábrica de Cemento, entre otros patrimonios de Tarija.

Este decreto departamental representa un amplísimo programade reactivación económica, pero tristemente con un matiz supuestamente privatizador para transferir a manos privadas la administración y operación de las principales, estratégicas y únicas empresas públicas de nuestro departamento, que de hacerse realidad generará negativos impactos económicos y sociales en el pueblo tarijeño, que se harán evidentes a poco tiempo de iniciado este proceso privatizador, los mismos que se reflejarán en los costos elevados de las tarifas, porque no nos olvidemos que el objetivo del privado es el lucro y no le interesa a que costo o a costa de quien tenga que conseguir esto.

Sin lugar a dudas que Tarija necesita urgentemente reactivar su economía, pero privatizar los servicios básicos no es el camino, aunque también somos conscientes que en una economía de mercado, la propiedad privada es la piedra angular del proceso productivo y del crecimiento económico. Sin embargo dentro de esta visión, el Ejecutivo Departamental no puede privatizar su patrimonio empresarial por el solo hecho de considerarlos altamente ineficientes, por lo que la privatización de los mismos no puede ser presentada como la mejor y única solución para el logro de una mayor rentabilidad, cobertura y eficiencia de los servicios que prestan estas empresas tarijeñas. Esta opinión se contrasta con la visión de la sociedad civil, quienes opinan que en la reactivación económica que se propone a través de la participación privada, es esencial incluir temas de derechos humanos, ambientales y de justicia social en las estrategias de crecimiento económico y desarrollo que se plantean.

Solo como advertencia se debe resaltar que la privatización de nuestras empresas estrategias encarecerá los precios de los servicios básicos, disminuyendo así su accesibilidad y causando estragos directos a la capacidad de sobrevivencia de los sectores más pobres. “las privatizaciones de SETAR y EMTAGAS van a generar alzas en los precios y no así el bienestar ni la mejora en la calidad de los servicios públicos”.

Sin embargo y en honor la verdad debemos señalar que no todo es malo en esta propuesta reactivación económica, por ejemplo podemos resaltar la idea de fortalecer al sector privado en el departamento de Tarija para que la economía recaiga no solamente en los recursos del gas  sino también en las iniciativas del sector privado para impulsar la diversificación de la economía departamental. La inclusión económica de todos los sectores sociales y productivos del departamento de Tarija, a través de mecanismos de financiamiento para desarrollar emprendimientos empresariales mediante el apoyo a emprendimientos productivos que mejoren la calidad de vida de la gente. La participación en proyectos tan importantes como la termoeléctrica, la separadora de líquidos o la petroquímica, la posibilidad de gravar impuestos por los pasivos ambientales que Tarija soporta en la industria de los hidrocarburos.

En conclusión debemos puntualizar que en el departamento de Tarija absolutamente todos esperamos y de manera pronta una reactivación económica, que nos permita dinamizar la economía para salir de la dependencia del gas, con el objeto de crear nuevos y mejores empleos, ojala esto pueda hacerse realidad, mientras tanto deberemos ir acostumbrándonos a vivir con la mitad del sueldo y que ojala este sea bien administrado, el pueblo de Tarija apoya el Decreto de Reactivación, más no la idea de privatización.

 

* Economista Máster en Economía del Gas y Petróleo

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