Por. Alfredo Colque Machicado
En septiembre del 2001 el Gobierno de Tuto Quiroga otorgó la concesión del servicio público de registro de comercio para el Registro Mercantil o mejor conocida como Fundempresa. A un Consorcio Privado a través de un contrato ilegal de 20 años.
El 29 de septiembre de 2020, mediante Decreto Supremo Nº 4356 el Gobierno transitorio de Añez pretendía ilegalmente ampliar por 15 años más éste contrato a favor de éste Consorcio Privado, que por mas de dos décadas manejó a su antojo esta oficina creada con el único propósito de sacar dinero a las empresas nuevas y los emprendedores empresariales, controlar, evitar y destruir la competencia.
Por culpa de éste tipo de trabas, para abrir una empresa formal en Bolivia se necesitan más 50 días corridos desde que uno empieza a hacer los tramites hasta que finalmente puede funcionar de manera Legal.
Sin embargo debo reconocer que la más grande de las restricciones que sufren los empresarios bolivianos tiene que ver con el pago de impuestos.
Todos sabemos que los impuestos son fundamentales para el buen funcionamiento de nuestra economía y que una empresa regulada y formal debe cumplir con todas las normas impositivas, sin embargo la carga impositiva que tienen las empresas en Bolivia es demasiado grande y lamentablemente no existe ningún incentivo para acceder a métodos de pago fáciles, amigables y eficientes, que permitan a las empresas bolivianas ser sostenibles.
Sabias por ejemplo que una empresa promedio legalmente establecida en Bolivia hace 42 pagos de impuestos al año, gasta 1025 horas (Más del 40% de las horas laborales totales de una empresa) archivando, preparando y pagando impuestos al año, además paga en promedio 83% de impuestos sobre los ingresos (Sumando IVA, IT, IUE, Impuestos a la propiedad, a la transferencia, contribuciones a las cajas de salud y AFPs, licencias municipales, y otros tantos).
Por culpa de esto en Bolivia más del 80% de la (PEA) población económicamente activa esta empleada en el sector informal, negociando principalmente con productos de contrabando, este gran ejército de la economía ilegal e informal en nuestro país se atribuye a mucho factores pero el más importante es la Fuerte regulación de las empresas formales.
El Estado sabe de este problema y no hace absolutamente nada para resolverlo, sólo ve desde el palco como se FUNDIEMPRESAS digo se funden las empresas bolivianas generando consecuencias negativas para el crecimiento económico del país.
El Economista 